Magdalenas caseras de limón y canela

Tras varios intentos, buscando un efecto visual espectacular en mi magdalenas (el cual no parecía llegar nunca), puesto que a pesar de tener un rico sabor terminaba, en numerosas ocasiones, por venirse abajo el copete... Por fín hoy, y siguiendo las pautas del libro de Magdalenas de Xabier Barriga que me había regalado mi amiga Marisa, logré, con alguna variante propia, unas esponjosas y elevadas magdalenas caseras de limón y canela de las que me siento muy orgullosa y que quiero compartir con todos aquellos leen este blog.

Dificultad: Bajo-Medio

Tiempo de preparación: 30 min. de elaboración y al menos 1 hora de reposo de la masa

Calorías por ración (1 ud.): 140 Kcal.

Precio por comensal: 0,10 €/ud.

Ingredientes (para 12 unidades):

• 3 huevos medianos
• 100 gr. de azúcar blanca y 75 gr. de azúcar morena (podemos usar de un solo tipo)
• 215 gr. de harina (de la normal)
• 100 ml. de leche (da igual si es entera, semidesnatada o desnatatada)
• la ralladura de la cáscara de un limón
• 8 g. de levadura (aprox. medio sobre)
• 1/2 cucharadita de canela en polvo
• 1/2 cucharadita de esencia de azahar (opcional)
• 180 ml. de aceite de girasol o de oliva suave
• una pizca de sal

Preparación:

Batimos con batidora eléctrica los huevos y el azúcar, a poca velocidad. Cuando esté completamente disuelto el azúcar, agregamos la leche y batimos. A continuación, incorporamos el aceite y vamos batiendo poco a poco.

Aparte, en un bol se mezcla el harina, la levadura, la ralladura de limón, la canela y la sal. Seguidamente lo añadimos a la mezcla de los huevos, junto con la esencia de azahar (en caso ponerla) y batimos a poca potencia. Cuando hayamos obtenido una masa homogénea , la batimos a velocidad rápida durante 2 minutos.

Volcamos esta masa sobre un recipiente con tapa y lo introducimos en el frigorífico durante al menos una hora para que repose (este paso es fundamental). 30 minutos antes de sacar la masa del frigorífico encendemos el horno a 250º, con calor arriba y abajo para que esté muy caliente antes de introducir la masa de las magdalenas.

Una vez que haya transcurrido al menos una hora, sacamos la masa del frigorífico y batimos manualmente y con energía la masa (el segundo paso indispensable para logra un buen resultado), disponiéndola con ayuda de una cuchara en los moldes para magdalenas. Recomiendo usar los moldes de papel pero introducidos a su vez en los de silicona o aluminio (flaneras) para evitar que se deformen y la magdalena resulte con formas extrañas. Disponemos los moldes en una bandeja para horno, con cuidado de que no estén excesivamente juntos y la introducimos en el horno a media altura, bajando en ese momento la temperatura a 200º-210º.

Horneamos durante 13-17 minutos (en función del horno). Una vez que la magdalena haya alcanzado buena altura y tenga un color ligeramente dorado (sin que llegue a dorarse) estará lista. En es momento, podemos apagar el horno y abrir un poco la puerta de éste para que vaya perdiendo temperatura (es importante que en la cocina no haya corriente y no haga demasiado frío, ya que los cambios bruscos de temperatura no favorecen los resultados en la repostería). Trascurridos unos 5-7 minutos. Las ponemos fuera en una superficie lisa o bandeja y esperamos a que se terminen de enfríar. Para conservarlas durante varios días hay que guardarlas, una vez frías, en un recipiente hermético.

Truco: hay que evitar abril la puerta del horno para que no se bajen las magdalenas. Además, un exceso de levadura puede realizar el efecto contrario al deseado, es decir, las magdalenas subirán rápidamente pero luego no conseguirar mantener esa altura y terminarán por caer.