Coca de piñones

En esta ocasión traigo una receta familiar, que una de mis tías (Marcelina), siempre que vamos a Gerona, se encarga de tener en su mesa. Ella se la enseñó a hacer a mi prima Ester y a su vez, ella me ha enseñado a mi cómo hacerla...Es una receta sencilla y sin demasiados ornamentos, pero perfecta para un desayuno, merienda o como postre. Tal vez recuerde un poco a la receta de las Bayonesas pero el toque de los piñones la hace totalmente diferente...Sólo espero que os guste esta delicia tanto como gusta en mi familia...

Dificultad: Baja

Tiempo de preparación: 35 min.

Calorías por ración: 305€

Precio por ración: 1,18€

Ingredientes (10 raciones):

·         2 láminas de masa quebrada (fresca o congelada)
·         500 gr. de dulce de cidra o cabello de ángel (en caso de que no os guste podemos sustituirlo por crema de cacao, crema pastelera o compota de manzana…por ejemplo).
·         150 gr. de piñones
·         2 cucharadas de azúcar
·         1 huevo

Preparación:

Cogemos las láminas de masa quebrada (en caso de que sea congelada deberemos descongelar previamente). Con ayuda de un rodillo las estiramos un poco hasta que ocupe el tamaño de la bandeja del horno, dejando al inferior ligeramente más grande que la superior (para luego poder cerrarla). Disponemos sobre la bandeja del horno que vayamos a usar papel vegetal o papel para horno. Ponemos la lámina de masa quebrada que es un poco mayor y sobre ella extendemos el cabello de ángel, distribuyendo por toda la superficie de manera uniforme. Cubrimos con la otra lámina de masa quebrada y sellamos los bordes.

Con ayuda de un pincel de cocina (o de una cuchara si no tememos) barnizamos la capa superior con el huevo batido y distribuimos por encima y de forma generosa los piñones y el azúcar (yo usé azúcar morena en esta ocasión, aunque es indiferente). Introducimos  a media-baja altura en el horno a 170º, con calor arriba y abajo.  Cuando veamos que la capa superior se ha hinchado bastante (puesto que no hay que pincharla), abrimos el horno para que baje la temperatura y se deshinche la masa; cerramos y si es necesario repetimos la operación transcurridos unos minutos y con ayuda de una pala o espátula, aplastamos la coca (sin sacarla del horno y con cuidado de no quemarnos). Cuando veamos que la capa superior ha tomado un color dorado, teniendo cuidado de que se quemen los piñones, la sacamos del horno. Servir cuando ya esté fría, pero sin refrigerar.

Truco: recomiendo, si es posible usar la masa quebrada fresca de Lidl, puesto que no presenta tanta dureza como las masas quebradas congeladas y da un maravilloso resultado y sabor. El único inconveniente es que tiene forma circular, por lo tanto si quieres darle forma rectangular, tendrás que trabajar algo más con el rodillo.

Comentarios

  1. Una pinta extraordinaria! Lo que daría yo por un cachito...

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  2. Gracias Rosendo, animate a hacerla en un rato la tienes lista para disfrutarla

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  3. Que pinta mas buena tiene.

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